“Nuestro arma debe ser el amor, con eso podemos luchar”. Con
esta frase concluyó la Hermana Paciencia, su testimonio en la Cena Solidaria
que Manos Unidas Illescas celebró el viernes 27 de febrero. La Hermana Paciencia
–de la Orden de la Inmaculada Concepción-
ofreció su experiencia de vida como superviviente del ébola el pasado
verano en Liberia, junto con otras religiosas, como la Hermana Juliana –que
acompañó al padre Manuel Pajares en su viaje a España- que también estuvo
presente en este acto solidario.
La Hermana Paciencia Melgar hizo llegar a todos los presentes el sufrimiento experimentado cuando
fue infectada de ébola trabajando en el Hospital de San José, de la Orden de
San Juan de Dios en Monrovia (Liberia), y cómo vivió los 16 días que pasó
aislada en un centro de aislamiento de Elwa.
La Hermana Paciencia manifestó que “todo lo que pasa en otros
continentes tienen que ser también nuestros problemas”, porque “los que viven
en África, en Asia, en Europa, en Oceanía, en América son mis hermanos”,
recalcando que “no tenemos que poner barreras en nuestro corazón, tenemos que
ser sensibles a los problemas de los demás”.
La Sala de Conferencias de la Biblioteca Municipal se quedó pequeña para acoger a las numerosas personas que se quedaron impresionados del testimonio sereno y fuerte de la Hermana Paciencia.
Comentarios
Publicar un comentario