70 CHICOS Y CHICAS INCONFORMISTAS
El próximo viernes, tenemos un acontecimiento singular en la parroquia. Bien decimos "singular", dado que solo ocurre una vez al año. Se administrará el Sacramento de la Confirmación a 70 "jovencillos" de una edad aún tierna: entre 12 y 13 años. Chicos y chicas. Todos de Illescas y que estudian la ESO en cualquiera de los tres Centros de la localidad: públicos como Juan de Padilla y Contestable "Álvaro de Luna", o concertado católico Virgen de la Caridad.
Se realizará en dos tandas seguidas para facilitar una celebración más digna. Una la presidirá en calidad de Vicario episcopal nuestro párroco y la segunda el Obispo emérito de Segovia, D. Ángel Rubio. ¿Por qué damos todos estos datos? Porque es una celebración a la que debemos sentirnos invitados todos los feligreses, y no sólo los familiares de los confirmandos. Junto con los bautismos y las ordenaciones sacerdotales -y en parte las celebraciones de las "primeras comuniones"-, la Confirmación constituye un acontecimiento importantísimo para la familia parroquial.
La Confirmación es un signo de la vivacidad -o no- de una parroquia. Se trata de un auténtico "termómetro" de la fe de una comunidad. No olvidemos que los confirmando representan el resultado del proceso de Iniciación cristiana comenzado el día de su bautismo. Confluyen en ella muchos esfuerzos, desvelos y gracias divinas a través de padres, catequistas y sacerdotes. Pero hay también muchas luchas que llegan tras un camino difícil a este día. ¿O hemos olvidado lo difícil que es para nosotros ser y mantenernos cristianos en el ambiente adverso que vivimos? Con todas sus limitaciones, estos chicos han de alegrarnos y motivarnos a seguir trabajando por y para los.
Pero quizá estos que dicen sí a un propósito de fidelidad a la fe ante el Obispo, aún no han llegado a la madurez del "fruto". Quedan por delante opciones y decisiones a tomar para poder llegar a ser capaces de mantener y aun transmitir la fe. Ya podrán también apadrinar a otros en la Iniciación. Sí, les queda mucho camino por andar, pero no despreciemos lo que ya han andado con la gracia de Dios y el apoyo de la Iglesia.
Todos debemos sentirnos cercanos cordial y físicamente a estos muchachos, porque les queda mucho por andar, ya se ha dicho. Debemos apoyarles. Tenemos que rezar mucho por ellos y ofrecer también sacrificios. Porque su confirmación en la fe es un auténtico desafío a la mentalidad imperante. Es puro inconformismo: no conformarse con este mundo. Ilustran este hecho con fuerza y claridad las palabras de la Escritura, que podemos aplicarnos cada uno de nosotros: "Y no os acomodéis a este mundo, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente..." (Rm 12,2) y "en el Espíritu manteneos ardientes".
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