El miércoles 9 de noviembre fue un día memorable para nuestra comunidad parroquial. D. Braulio presidió la Eucaristía dando GRACIAS por la nueva comunidad de religiosas de Clarisas Franciscanas misioneras del Santísimo Sacramento que ya llevan casi un año viviendo entre nosotros. Y después se formó el convenio de colaboración entre la congregación y la diócesis.
A las 19,30 se celebró la Eucaristía presidida por nuestro Padre y Pastor d. Braulio concelebrada por el delegado de la vida consagrada de la diócesis, el párroco y los sacerdotes de la parroquia. Asistieron las hermanas de la comunidad de religiosas clarisas acompañadas de la madre superiora de la comunidad de Palencia y de una hermana venida de Roma representando a la congregación. También estuvieron las hermanas de Maria Stella Matutina de la comunidad de Illescas y fieles cristianos de nuestra comunidad cristiana.
Al comienzo de la celebración ,la hermana clarisa venida de Roma ,dio gracias a Dios porque la presencia franciscana se extiende para irradiar la fragancia del amor de Dios y de la esperanza en un lugar concreto como es Illescas. D. Braulio en la homilia predicó sobre la Iglesia cuerpo de Cristo en el día de la dedicación de la Basílica de san Juan de Letran en el que las hermanas clarisas vienen para dar vida al Cuerpo de Cristo en la comunidad parroquial y en la diócesis. Por último nuestro párroco d. Eugenio recordó que la tristeza que provocó la salida de las hermanas Mercedarias después de casi 90 años en Illescas se ha transformado en alegría por la venida de las hermanas clarisas concretada en esta primera comunidad: sor Cristina, sor Clara y sor Katja.
Después se firmó el convenio de colaboración de la congregación y la parroquia firmada por manos del obispo y la hermana clarisa venida de Roma.
Es un acontecimiento y motivo de gozo para toda la localidad de Illescas y en especial para la parroquia. Ante el grito de Jesús hay mucha mies y pocos obreros Dios ha proveído para que trabajemos con más ahínco en extender el Reino de Dios en nuestra localidad. Las hermanas están muy integradas en la vida parroquial trabajando con niños, jóvenes, familias, mayores, enfermos... Su presencia ahora da un nuevo respiro e impulso al trabajo pastoral.
Vivamos la gran riqueza de la vida de la Iglesia como una familia viendo en los signos de los tiempos el hoy de Dios.
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