Este viernes, 13 de noviembre, tuvo lugar en la Parroquia de
Illescas la misa de novenario por don Gregorio Sánchez Escobar, que fue párroco
de nuestro pueblo entre 1970 y 2000 y que falleció el pasado 8 de noviembre con
95 años de edad. Don Eugenio Isabel, actual párroco, presidió la eucaristía de
acción de gracias por don Gregorio, acompañado por sacerdotes de la Parroquia y
que contó con la presencia de miembros de la corporación municipal, encabezados
por el alcalde, José Manuel Tofiño, y representantes de Funcave. El templo parroquial –que por las condiciones
sanitarias tiene el aforo reducido- acogió a quienes fueron durante muchos años
la “familia” de don Gregorio en Illescas.
Don Eugenio, en la homilía, recordó que cuando se celebra
una Eucaristía por un difunto no “estamos haciendo un homenaje, porque el
homenaje no es a la persona concreta, el homenaje en la Eucaristía lo hacemos a
Aquel que es digno de homenaje, el Padre Eterno, que nos ha dado el regalo
inmenso de su hijo Jesucristo. Y es Él quien merece toda gloria”. En este
sentido indicó que “nosotros en cada Eucaristía
agradecemos ese don inmenso de ser de la familia de Dios, de los que están llamados a vivir la vida
eterna, invitados por el Hijo a hacer una alabanza al Dios que nos ama. Este es
el homenaje, esta es la acción de gracias que hacemos”.
Comentó que “de manera especial hacemos la acción de gracias
de manera especial hoy por un sacerdote,
don Gregorio, que quiso hacer presente durante toda su vida el ministerio de Amor
entre las personas que ha servido, empezando por su larga vida y su largo ministerio
sacerdotal, cuando empezó en Robledo del Mazo, Aldeanueva de Barbarroya, y
luego 30 años de párroco en Illescas y 15 de jubilado en nuestro pueblo.”
Según don Eugenio “todo el tiempo de la vida de un párroco
es hacer presente el amor de Dios por medio de los sacramentos, del bautismo,
de la Eucaristía que él presidía, de la absolución de los pecados, por medio
del acompañamiento a los enfermos, de la unción de enfermos, bendiciendo a
tantos matrimonios, el ministerio de la pasión, de la muerte y resurrección de
Cristo en tantos acompañamientos de vida personal, etc…Nosotros damos el
homenaje a Dios y agradecemos la victoria de Cristo que se ha hecho presente
por los signos del sacerdote, que para uno que vive en la fe, cada sacramento y
cada acción, es palabra y acción de Cristo, y esa la grandeza del sacerdote”.
Asimismo se puso sobre el altar toda la vida de don Gregorio,
pidiendo perdón también por sus pecados porque “hasta el justo peca siete veces
al día”, pidiendo por tanto la gracia del perdón de todos los difuntos “Señor
dale el premio merecido de sus obras”.
Don Eugenio hizo un breve repaso por algunas de las muchas acciones
de don Gregorio como párroco como el cuidado del patrimonio con la restauración
del templo parroquial, o la promoción educativa y social con la creación de la
FP la Sagra, con “tantas acciones que están puestas sobre el altar, trayéndole
a él en su memoria que no es solo memoria sino que por la comunión de los
santos sabemos que se beneficia de nuestra oración”, y que no puede ser de otra
manera, porque siempre estuvo movido, como a todos los illescanos, por la Virgen de la Caridad.
Para finalizar don Eugenio resaltó la capacidad de perdón de
don Gregorio, desvelando un acontecimiento de su vida que le marcó siempre.
Cuando tenía 12 ó 13 años presenció la muerte de su hermano, que fue fusilado,
y al transmitirle la noticia de su hermano, el padre de don Gregorio falleció
inmediatamente. Don Gregorio manifestó en una ocasión que había perdonado a
quienes mataron a su hermano (presenció su muerte) y de su padre, y “por eso el
perdón ha sido como el motor oculto de la vida de don Gregorio para tener ese
temple, esa alegría y ese saber estar”.
MISAS
El día 25 de
noviembre todas las misas que se celebren en nuestro pueblo serán ofrecidas
por su eterno descanso y a partir de ese
día tendrán lugar misas gregorianas
en la misa de las 8.00 horas del Convento por el que fue párroco de Illescas.
Biografía
Don Gregorio había nacido en Puente del Arzobispo el 13 de
febrero de 1925 y recibía la ordenación sacerdotal el 16 de julio de 1951.
Su primer destino fue como párroco de Robledo del Mazo y
encargado de las parroquias de Piedraescrita y Navaltoril. Posteriormente es
destinado a las parroquias cacereñas de Bohonal de Ibor y Peraleda de san
Román; al año siguiente también es párroco de Talavera la Vieja.
Posteriormente, en 1956, pasa a la parroquia de Aldeanueva de Barbarroya.
En 1970 es nombrado párroco de Illescas. Allí fue arcipreste
del arciprestazgo de Sagra Norte. Además, durante algunos años, fue administrador
parroquial de Yeles.
Una de sus funciones pastorales, durante algunos años, fue
ejercer como párroco consultor diocesano. También fue miembro del colegio de
consultores y miembro de libre designación del consejo presbiteral diocesano.
El 15 de noviembre de 2015 recibía un emotivo homenaje por
todos los años de entrega y servicio en la Escuela de Formación Profesional “La
Sagra”. Se trata de un centro educativo, hoy integrado en el Colegio Diocesano
“Virgen de la Caridad”.
Tras su jubilación permaneció, durante unos años, en
Illescas. El 8 de marzo de 2001 fue nombrado por el Ayuntamiento hijo adoptivo
de Illescas. Los últimos años de su vida ha residido en la casa sacerdotal de
Toledo.
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