Saluda de don Eugenio Isabel, párroco de Illescas, con motivo de las Fiestas de la Virgen de la Caridad
Por medio de estas
pocas letras, desde la parroquia, queremos hacernos presentes en vuestros
hogares, en vuestras vidas. Han llegado las fiestas de la Virgen de la
Caridad. La Fiesta de nuestra Madre y Patrona. Y aunque hace un año,
pensábamos que a día de hoy íbamos a estar mejor, no debemos dejar pasar esta
celebración sin mirarla a Ella y alegrarnos por Ella. Ya sabemos que todavía
seguimos bajo la influencia de esta pandemia, que poco a poco se va alejando,
aunque no lo ha hecho del todo, todavía. Y precisamente por esto, nos sale con
más fuerza y emoción dirigirnos a Ella, a nuestra Patrona, a la que escucha
nuestras súplicas, a la que ve nuestras lágrimas, a la que recoge nuestros
suspiros y oraciones. Haya fiesta en las calles o no, haya bullicio en el
recinto ferial o no, Ella, la Virgen, permanece fiel a su cita. Ella da sentido
a los momentos malos y buenos, a todo lo que vivimos, Ella quiere estar cerca
de nosotros, de lo que nos pasa, de nuestros gozos y de nuestras tristezas.
Y así ha sido durante todo este año que
ha pasado. Las obras de remodelación del santuario han posibilitado que Ella
haya seguido cerca de nosotros en el templo parroquial, hemos podido visitarla,
rezar delante de Ella, recibir los sacramentos estando Ella presente, ha podido
Ella ser testigo de cómo nuevos hijos venían a la vida de la gracia por medio
del bautismo. Es en la parroquia, donde reside, la fuente de la vida cristiana,
la pila bautismal, de dónde sale la devoción a la Virgen Madre de Dios, por
tanto, a la Virgen de la Caridad. Las obras de remodelación han acabado, y
felicitamos a Funcave por haber tenido iniciativa y empuje en estos tiempos
difíciles para acometer una obra de tan gran envergadura.
La parroquia acoge y potencia la vida
religiosa, de devoción a la Virgen que se realiza en el Santuario. Este curso
que comienza, la parroquia, nos descubrirá aún más sus virtualidades, la fuerza
que esta institución sigue teniendo entre nosotros, como principio de unidad.
Por eso, La Virgen de la Caridad nos seguirá apoyando, intercediendo por
nosotros, como ha hecho con todos los enfermos, con todos los que se han ido al
Cielo, por los que ya no están y por los que aquí han seguido trabajando por
los demás, desde los sanitarios a los que voluntariamente han hecho tareas de
servicio desinteresado a todos.
Que la Virgen de la Caridad nos acoja a
todos bajo su manto, nos mire con sus ojos misericordiosos, y siga
intercediendo por los más necesitados.
Fdo:
Eugenio Isabel Molero, párroco de
Illescas
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